martes, 23 de noviembre de 2010

Caza Mayor

ResumenPalomo, el viejecito pequeño y seco. El Palomo con el fúsil en sus manos sigue los pasos de las aves en la arena. La caza satisface apenas sus más premiosas necesidades, ya estaba agotado y aun no hacia el primer disparo, de repente tres dedos marcados en la arena, rodeó cuidadosamente los matorrales, allí estaba una magnífica perdiz, apunta y la primera caza llena el morral.

Alegre y optimista busco la segunda presa. Procede a cargar el fusil crea una solemne ceremonia, vierte en la palma de la mano la pólvora vaciándola en el cañón, luego con hierba un taco, cuenta meticulosamente los Doce Pares (doce perdigones) colocándolos para finalmente con el perdigón mas grande trazar la señal de la cruz sobre la boca del cañón. De repente el silbido de otra perdiz que alza el vuelo, para posarse en una depresión del terreno, cuando esta a buena distancia suelta el tiro, pero cuando aun no se disipaba el humo…

-¡Quita allá Napoleón! La perdiz desaparece en la boca del enorme perro. Furioso se abalanza sobre el perro a golpes, pero no suelta la presa, luego cambia de táctica

-Napoleón, buen perro, ven acá hijito. Y la presa desapareció. Daban le ganas de descargar el arma contra la bestia, pero su amo era el mayordomo de la hacienda, hombre autoritario que hubiera vengado cualquier ofensa al perro.

Las perdices eran el plato predilecto de la fiera y escuchar el primer tiro era salir disparado , como llamada a comer. El viejo triste sigue su camino pero el perro le trata de arrancar la perdiz del morral, enfurecido cae al suelo y se queda un buen rato acostado pero el perro no se alejaba. Decide simular el termino de la caza pero el perro lo seguía de cerca, luego se aleja y por fin el perro lo deja libre. Para tratar de recuperar lo perdido sigue cazando cuando encuentra una perdiz distraída, carga el rifle , dispara, pero el perro se lanza y zangulle el ave. El Palomo triste realiza la última carga que le queda, y se dirige al camino, cuando siente el tirón en su morral , era Napoleón que le arrebataba la perdiz. Hirviendo en cólera el Palomo descarga su fusil sobre el perro, jamás su pulso había sido tan firme ni su ojo tan certero. Un aillido tras la detonacion.Palomo creyó aver cometido un crimen y imaginaba a su amo furioso produciéndole terror.Se levantó, arrastrando sus pies desaparecio en el camino polvoriento


Narrador: Omnisciente, ya que sabe todo sobre los personajes.


Personajes:
- El Palomo: Personaje principal, viejecillo, pequeño, seco, piernas vacilantes, espaldas encorvadas, ojos vivaces, ojos grises, alegre y satisfecho.
-Perdices: Personajes secundarios, tenían el pico amarillo, oscura cabeza, el cuerpo color de una hoja seca, plumas medio chamuscadas, eran inquietos y rapidos.
-Napoleón: Personaje principal antagonista del viejecito, que se come las perdices que él atrapa, era un gran perro de caza de color leonado que hacia tiempo le gustaban comer perdices, su dueño era el mayordomo de la hacienda.  


Ambiente:
Físico: En un matorral.
Psicológico: Conflicto y tristeza.
Social: Pobreza.

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